Como cuidar el cutis del acné

El acné es una enfermedad de la piel, frecuente mente en adolescentes, caracterizada por erupciones en la cara, pecho y espalda.
Lamentablemente se da de manera común en chicos que en chicas. Por eso esta etapa, la adolescencia es muy pesada para muchos, porque no les gusta enfrentar a estos horrorosos y terribles granos.
Sin embargo hay muchas formas para evitar padecer el acné.
A continuación conoce las causas y cómo debes seguir un tratamiento.

CAUSAS:
Las glándulas de grasa de la piel se bloquean por razones desconocidas, pero los cambios en las hormonas sexuales que experimentan los adolescentes juegan un papel inequívoco. Cuando la grasa se estanca, comienza a infectarse por una bacteria habitual mente presente en las glándulas. El acné no está causando por suciedad, ni por masturbación, ni por comida. La limpieza puede evitarlo, pero la actividad sexual no tiene ningún efecto sobre ello.

SINTOMAS
Se caracteriza por la aparición de las siguientes lesiones (de más leve a más intenso) en la piel, generalmente de las mejillas, frente y espalda:

Espinillas Negras (puntos negros del tamaño de la cabeza de una aguja)

Pústulas (pequeñas lesiones de pus)

Estas lesiones no pican sino que sobre infectan y duelen. Si se sobre infectan, aparece un halo rojizo alrededor, y se vuelven dolorosas.

FACTORES DE RIESGO

- Exposición a altas temperaturas.

- Estrés - Piel grasa (aceitosa) - Desórdenes endocrinos.

Medicamentos, como cortisa y hormonas masculinas.

Historia familiar de acné. Algunos cosméticos grasos.

PREVENCIÓN: No hay prevención conocida.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DIAGNÓSTICO: Se realiza mediante la inspección de las lesiones.

TRATAMIEN TO: EL tratamiento es en general médico. En algunas ocasiones, y lesiones residuales, puede estar indicada la abrasión, química o física, de las capas superficiales de la piel ("pieeling").

MEDICACION Su médico puedes prescribirle, en los casos moderados a severos, algunos de los siguientes: Una loción de 5% o 10 % de bencil-peroxidasa. Aplicación local de lociones con antibióticos, como la clindamicina o la eritromicina.